
El zorro y el cóndor
Juan Francisco CONDORI MERMA(13 años, cuarto grado de Primaria - Agosto de 1999) Cuentan que el cóndor le había dicho al zorro «va a haber una fiesta en el cielo». El zorro deseaba ver y le dijo al cóndor «¿vamos juntos?». «No te voy a llevar porque no vas a aguantar el hambre» le contestó el cóndor. Pero el zorro exclamó «¡no me voy a morir de hambre!». Entonces el cóndor le llevó hasta el cielo. Allá, la gente se preguntaba «¿qué animal es éste?». El zorro permaneció en un rincón. Estaba royendo los huesos debajo de las mesas. El cóndor se desentendió del zorro y se fue. Después, el zorro buscó al cóndor y al no encontrarlo, suplicó al loro para que lo llevase. Este le pidio que alistase mucha soga. Al acabar, el zorro le dijo «hermano ya hice la soga». Entonces el loro le contestó «amárrate con la soga». El zorro se amarró a la cintura avisándole al loro «ya estoy amarrado» y le lanzó la soga. Cuando estaba
en el medio del cielo el zorro le gritó al loro «loro, nariz de tiesto». El loro lo quiso soltar. Pero el zorro suplicó «ya no te voy a insultar más». Una vez más el loro lo llevó y ya estaban en el medio del mar cuando el zorro nuevamente lo insultó «loro, nariz de tiesto». Como le había insultado demasiado, el loro lo soltó. Entonces, el zorro había dicho a sus hijos «tiéndanme una frazada». Pero la gente colocó una piedra filuda para que se muera el zorro. Este se estrelló contra la piedra, se reventó la barriga y murió. Aquí acaba.
El cóndor y el zorroEulalia CONDORI MELO (10 años, tercer grado de primaria - Julio de 1999) El cóndor y el zorro habían ido hasta la punta del cerro. Hicieron una apuesta para ver cuál de los dos iba a sobrevivir al frío. Empezó a llover. Se sentaron para descansar cuando una lluvia de nieve se puso a caer. Con una de sus alas el cóndor se tapó el cuerpo y se sentó sobre la otra. Pero el zorro sólo pudo encogerse sobre su cola para protegerse. Una nieve gruesa empezó y el zorro sintió frío. El zorro le preguntó al cóndor «¿tienes frío o no, cóndor?». «¿Cuándo un macho va a sentir frío?» le contestó y a su vez le hizo la misma pregunta «¿y a ti te está haciendo frío o no?». «¿Cuándo un macho va a sentir frío?» le respondió el zorro, casi muriéndose. De nuevo la lluvia cayó y el cóndor preguntó otra vez al zorro si tenía frío. Pero éste ya había muerto. Cuando paró la lluvia, el cóndor se estiró y se comió al zorro. Luego, ese cóndor liso se fue volando hacia el mar. Aquí acaba.
Juan Francisco CONDORI MERMA(13 años, cuarto grado de Primaria - Agosto de 1999) Cuentan que el cóndor le había dicho al zorro «va a haber una fiesta en el cielo». El zorro deseaba ver y le dijo al cóndor «¿vamos juntos?». «No te voy a llevar porque no vas a aguantar el hambre» le contestó el cóndor. Pero el zorro exclamó «¡no me voy a morir de hambre!». Entonces el cóndor le llevó hasta el cielo. Allá, la gente se preguntaba «¿qué animal es éste?». El zorro permaneció en un rincón. Estaba royendo los huesos debajo de las mesas. El cóndor se desentendió del zorro y se fue. Después, el zorro buscó al cóndor y al no encontrarlo, suplicó al loro para que lo llevase. Este le pidio que alistase mucha soga. Al acabar, el zorro le dijo «hermano ya hice la soga». Entonces el loro le contestó «amárrate con la soga». El zorro se amarró a la cintura avisándole al loro «ya estoy amarrado» y le lanzó la soga. Cuando estaba
en el medio del cielo el zorro le gritó al loro «loro, nariz de tiesto». El loro lo quiso soltar. Pero el zorro suplicó «ya no te voy a insultar más». Una vez más el loro lo llevó y ya estaban en el medio del mar cuando el zorro nuevamente lo insultó «loro, nariz de tiesto». Como le había insultado demasiado, el loro lo soltó. Entonces, el zorro había dicho a sus hijos «tiéndanme una frazada». Pero la gente colocó una piedra filuda para que se muera el zorro. Este se estrelló contra la piedra, se reventó la barriga y murió. Aquí acaba.El cóndor y el zorroEulalia CONDORI MELO (10 años, tercer grado de primaria - Julio de 1999) El cóndor y el zorro habían ido hasta la punta del cerro. Hicieron una apuesta para ver cuál de los dos iba a sobrevivir al frío. Empezó a llover. Se sentaron para descansar cuando una lluvia de nieve se puso a caer. Con una de sus alas el cóndor se tapó el cuerpo y se sentó sobre la otra. Pero el zorro sólo pudo encogerse sobre su cola para protegerse. Una nieve gruesa empezó y el zorro sintió frío. El zorro le preguntó al cóndor «¿tienes frío o no, cóndor?». «¿Cuándo un macho va a sentir frío?» le contestó y a su vez le hizo la misma pregunta «¿y a ti te está haciendo frío o no?». «¿Cuándo un macho va a sentir frío?» le respondió el zorro, casi muriéndose. De nuevo la lluvia cayó y el cóndor preguntó otra vez al zorro si tenía frío. Pero éste ya había muerto. Cuando paró la lluvia, el cóndor se estiró y se comió al zorro. Luego, ese cóndor liso se fue volando hacia el mar. Aquí acaba.